Cuando un Tango se convierte en emblema de una ciudad
Carnaval/Letras
Gaditanos buscando los duros antiguos
A diferencia del Himno de España
que no cuenta con letra, la ciudad de Cádiz por el contrario tiene himno
y letra. Desde que Antonio Rodríguez Martínez (el tío de la tiza)
compusiese
en el año 1905 el tango ‘Aquellos duros antiguos’ para el coro ‘Los
Anticuarios’ esta composición musical se ha convertido en algo más que
en una copla de carnaval.
La historia, que muchos desconocerán, comienza un año antes cuando el
día 2 de junio del año 1904 la ciudad celebraba un suntuoso y soberbio
día de Corpus. Como era tradición por aquella época había corridas de
toros, los balcones aquella mañana aparecían engalanados con guirnaldas
de flores y gallardetes, los comercios y ultramarinos hacían su “agosto”
con los miles de foráneos que habían llegado en trenes especiales para
contemplar la procesión y todo Cádiz lucia radiante como la ocasión se
merecía.
Pues bien muy lejos del centro, en la almadraba que había situada en
el barrio de San José, más o menos a la altura de lo que hoy día es el
mural del antiguo cementerio, un grupo de pescadores se disponían a
enterrar los desperdicios de las capturas obtenidas aquel día. Uno de
ellos, gallego para más señas, sobre las once de la mañana cuando tenía
realizado un foso de más de medio metro encontró unos “duros” que
finalmente resultaron ser monedas de curso legal de la época de Fernando
VI, llamadas «de ambos mundos» porque en la cruz figuraban dos esferas
terráqueas. Alertado el capataz y los carabineros del hallazgo,
procedieron de inmediato a su custodia, algo que resulto de todas
infructuoso.
La voz ya se había corrido entre los vecinos del Barrio y entre todo
Cádiz que al amanecer del día siguiente se presento en la playa
dispuestos a hacerse rico con el descubrimiento. Las gentes, en miles
según recogen las crónicas de la época, iban provistas de palas, cribas y
espiochas, con el objeto de obtener parte del preciado botín. Durante
varios días, miles de personas se consagraron por entero a la búsqueda
de las monedas, pero ante la falta de hallazgos de importancia,
finalmente el día 6 del mes de junio la gente ceso en su empeño,
quedando solo un reducido grupo de trabajadores de las bodegas cercanas
que tras finalizar su jornada laboral se afanaban en sacar un
“sobresueldo” a costa de las monedas encontradas por el pescador
gallego. Se estima que se encontraron alrededor de 1500 duros que
comenzaron a venderse en la propia playa al precio de tres pesetas.
Tras estos sucesos, Antonio Rodríguez Martínez, un año más tarde
presenta su coro ‘Los Anticuarios’. Dentro de su repertorio incluirá un
tango que hacía referencia a la aparición de los ya por aquel entonces
famosos “duros” encontrados en la playa.
Tal fue la repercusión que tuvo la composición del ‘Tío de la Tiza’
que apenas transcurridos unos días, todo Cádiz se sabía de memoria el
tango de ‘Los Anticuarios’ y pronto pasarían a ser de dominio público en
toda España.
Este trabajador del Gas, amante de la literatura y con inquietudes
por la artes escénicas, supo hacer de un acontecimiento popular como el
que hemos narrado, fuente de inspiración para crear un tango que desde
entonces quedara marcado en el ADN del gaditano y que formara parte del
acervo cultural de la ciudad que lo vio nacer.
Letra del tango:‘AQUELLOS DUROS ANTIGUOS’
Coro:‘LOS ANTICUARIOS’. Año 1905
Autor de la letra y música:Antonio Rodríguez Martínez
Aquellos duros antiguos
que tanto en Cádiz dieron que hablar
que se encontraba la gente
en la orillita del mar
fue la cosa más graciosa
que en mi vida he visto yo.
Allí fue medio Cádiz
con espiochas;
y la pobre mi suegra
y eso que estaba ya media chocha;
Con las uñas a algunos
vi yo escarbar,
cuatro días seguidos
sin descansar.
Estaba la playa
igual que una feria
¡válgame San Cleto!
lo que es la miseria.
Algunos pescaron
más de ochenta duros
pero más de cuatro
no vieron ni uno.
Mi suegra, como ya dije,
estuvo allí una semana
escarbando por la tarde
de noche y por la mañana;
perdió las uñas y el pelo
aunque bien poco tenía
y en vez de coger los duro
lo que cogió fue una pulmonía.
En el patio de las malvas
está escarbando desde aquel día.